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La visita consta principalmente de una bienvenida a cargo del ganadero y/o mayoral, visita a la ganadería en remolque, aperitivo, tentadero y almuerzo. Suele realizarse en remolques o en todoterreno, según el número de visitantes, y comienza en el patio del cortijo, desde donde se divisa gran parte de la finca.
No extrañará ver al propio ganadero a caballo acompañado por el mayoral atender a los visitantes y guiarlos por los distintos corrales y cercados, donde se encuentra el ganado.
Esta ganadería también ofrece la posibilidad de realizar actividades en la plaza de tientas. Normalmente suelen llevar a cabo una tienta de vacas y, en ocasiones, un simulado de apartado de becerras o incluso entrenamientos de toreros, para finalizar, por lo general, con un almuerzo campero.
En la ganadería de Gerardo Ortega trabajan para transmitir fielmente la actividad diaria de la crianza del toro bravo, poniendo en valor sus tradiciones y costumbres entre sus visitantes.
La visita está restringida a grupos como máximo de 50 personas.
Dispone de plaza de tientas con un pequeño palco y con gradas, espacio de herraje, remolques, vehículos todoterreno y una zona habilitada para ofrecer un almuerzo en el exterior.
La ganadería contará en breve con un nuevo espacio que permitirá ofrecer almuerzos a un máximo de 100 personas.
La finca también dispone de cuadras para los caballos de trabajo y naves de almacenamiento de pienso.