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Los visitantes pueden realizar parte del paseo por la finca desde el propio autobús aunque también disponen de un remolque adaptado tirado por un tractor.
El paisaje por el que transcurre el camino hacia el cortijo es atravesado por varios arroyos y cuenta con una gran belleza natural.
Durante este recorrido, el visitante puede observar al toro bravo durante las diferentes etapas de su vida, en los distintos cercados y corrales con los que cuenta la finca.
Entre las múltiples zonas del cortijo destaca un espacio de bienvenida ideal para ofrecer un copa o un desayuno. Existen otros edificios, destinados tanto a uso privativo como a posibles celebraciones.
La ganadería cuenta con una plaza de tientas, que dispone de dos plantas con amplios salones y un magnífico ventanal que se abre directamente a la plaza donde se celebran los tentaderos, tanto de vacas como de machos, así como otro tipo de actividades, a demanda de los turistas.
En ambos salones hay numerosos trofeos y recuerdos de la ganadería. Es frecuente que acudan toreros reconocidos y novilleros a torear, aumentando de esta manera la atracción de visitantes.
Las instalaciones con las que cuenta la plaza de tientas son magníficas, destacando el ventanal de la segunda planta.
La plaza tiene posibilidad de albergar a unas 150 personas en el salón cubierto con vistas a la plaza y 90 en el salón comedor. Cuenta además con un espacio de bienvenida y una zona de mirador, que pueden ser usados para comer al aire libre.
La ganadería dispone también de un corredero de gran belleza que es utilizado en las visitas, un espacio de herraje, remolques y vehículos todoterreno.